martes, 12 de marzo de 2013

Casa Republicana


En ese sentido, se destaca el hecho de que en la sección de la época colonial hay variadas representaciones de la infancia idealizada; es decir, del que se quisiera que fuera el mundo perfecto del niño, a través del mundo religioso con pinturas del Niño Jesús y ángeles. En cambio, no hay documentación visual del entorno real de los niños abandonados, nacidos esclavos, ilegítimos (que eran un escándalo) o en su vida cotidiana.

Pero es en el segundo piso de la Casa Republicana donde se encuentra una de las partes más atractivas, pues se ven objetos que revelan por sí mismos las actividades en las que los niños invertían su tiempo: estudiar, jugar, trabajar y rezar. También se va haciendo evidente cómo los niños son descubiertos por el mercado como grandes consumidores.





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